Comunicado
de despedida al Patio Maravillas
Para vivir
en nuestros corazones...morís.
Quien nos
vio nacer sabe que somos de la misma semilla y que el asfalto que nos envuelve
cubre las raíces que nos unen con el Patio Maravillas. El germen desde el que
surgió el Solar no puede entenderse sin la aportación hermana del Patio, por
eso no entendemos nosotros tampoco la política sin territorio, ni el territorio
sin los seres que la habitamos. Son siete años trazando lazos y sinergias
conjuntas para dar cuerpo desde abajo y desde la izquierda a la contestación
social contra las derivas neoliberales de la ciudad, pero también contra lo
biocida de este sistema que nos constriñe a estar solas, explotadas y
desconectadas de aquello que nos permite vivir.
El Patio
ha tenido esa vitalidad barrial y metropolitana cuya energía contribuyó a poner
en jaque las nociones clásicas de política, trabajando lo común, lo feminista y
lo auto-gestionado a niveles profundamente transformadores. Un espacio vital
donde cada componente en sus diferentes niveles de implicación adquiría una
transformación política revitalizante que generaba una felicidad al construir
comunidad, vivir la ciudad de una forma distinta y demostrar que sí se puede
organizar la sociedad de una manera diferente. Sus líneas de trabajo,
asambleas, plenarios, domingos rojos son muestra de ello, pero también sus
fiestas, conciertos, y participaciones en otras iniciativas que hacen que el
Patio haya sido mucho más que un espacio físico: ha sido y será un espacio de
lazos entre personas, sin importar su procedencia, que desde lo común elaboran
maneras de vivir alternativas que conectan a las personas en la ciudad
neoliberal donde todo gira en torno al individuo.
Desde el
Solar la muerte del Patio es un momento de metamorfosis política en la que todo
el trabajo de estos siete años se convierten en esporas que se mueven en
otros entornos para seguir transformando esta ciudad neoliberal hacia una
ciudad para la gente. Lo que decimos es claramente palpable en nuestro barrio
que también es el vuestro, Malasaña, donde no se entendería la riqueza del
tejido asociativo existente si no fuera por la labor del Patio. Pero también en
las aportaciones a la lucha por la vivienda, la economía social y solidaria, el
consumo responsable, el derecho a la ciudad, y por ayudar en los primeros pasos
a numerosas iniciativas de pensamiento crítico y acción colectiva que hoy en
día son referentes a nivel nacional.
Por todo
ello, os agradecemos enormemente vuestra vida y vuestra aportación al Madrid
que Resiste los coletazos de un sistema en crisis civilizatoria, seguiremos
haciendo barrio con el Patio en el pensamiento y tomando el relevo de estos
años de trabajo conjunto.
Por
morir…vivís
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